EDIFICACIÓN PARA AFESOL – MIJAS

AFESOL (Asociación de Familiares y Personas con Enfermedad Mental de la Costa del Sol), es una asociación sin ánimo de lucro, formada por familiares y personas con enfermedad mental; unidas para encontrar soluciones a los problemas que surgen con la enfermedad mental. Tiene como objetivo central brindar apoyo y servicios a personas con trastornos del espectro autista. Sin embargo, su labor va más allá de las oficinas administrativas. El nuevo proyecto de edificación busca crear un espacio físico que no solo cumpla con funciones administrativas, sino que también sea un centro vibrante para diversas actividades en pro de la inclusión y el bienestar.

Ésta tiene fines tales como: contribuir a mejorar la calidad de vida de las personas con enfermedad mental y familiares; apoyarlos en las relaciones con la administración o reivindicar mejoras en la salud mental en la provincia de Málaga.

Como hemos establecido, para materializar estos valores, han confiado en nuestro estudio. En primera instancia, el proyecto consiste en una vivienda que pueda dar cobijo a algunos de sus pacientes. Al menos, a aquellos que presentan un mayor grado de autonomía.

La vivienda de AFESOL a nivel arquitectónico

Esta vivienda se encuentra en un solar situado en Mijas. Dicho solar se presenta en forma de L, con el lado más ancho al fondo de la parcela. Debido al uso específico del edificio, se pretende aprovechar al máximo la edificabilidad para poder albergar el mayor número de personas posibles. Para ello, el edificio se ajusta a los límites impuestos por la normativa, tanto de separación a linderos como de fondo edificable, generando así la forma característica del mismo.

En planta baja se concentran, en un primer lugar, la parte pública del edificio, que cuenta con una recepción y un par de despachos que puedan servir a la propia asociación. Tras estas estancias se encuentran las zonas comunes de la vivienda (cocina-salón-comedor), con zonas diversificadas, contando con espacio para actividades grupales (billar, ping-pong), para hacer ejercicio, o un porche trasero para relajarse bajo una pérgola.

Subiendo a la primera planta se localizan ya las dependencias privadas de los habitantes, contando con un cuarto común de lavandería, así como con seis habitaciones casi autónomas, cada una dotada con un cuarto de baño propio y dos armarios empotrados, estando uno de ellos destinado a albergar una pequeña cocina (mininevera, microondas…).

Un edificio, una causa

Decía Winston Churchill que “primero damos forma a nuestros edificios y luego ellos nos dan forma a nosotros”. Ahora, está asociación aplica al máximo esta premisa; pues este edificio supone un paso fundamental en la vida de los pacientes. Representa un salto, un reto y un riesgo que están dispuestos a asumir, y que, sin duda; cambiará de forma muy positiva la vida de muchas personas.