Se trata de uno de los anuncios más esperados por parte del Gobierno: la publicación oficial de las ayudas para el alquiler y adquisición de vivienda. Y por fin, tras varios meses esperando que se anunciara de forma oficial, el pasado 9 de marzo, el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna; presentó el nuevo Plan Estatal de Vivienda 2018-2021, que tiene una enorme vocación social y está orientado a satisfacer las necesidades reales que existen en materia de vivienda, favoreciendo especialmente el alquiler, la rehabilitación y la renovación urbana y rural.
¿Qué se espera del Plan Estatal?
Las ayudas a la vivienda actúan, esencialmente, sobre dos asuntos que se presentan como vitales para el futuro de los pueblos y ciudades. Por un lado, el alquiler, que se trata de uno de los puntos que más interés despierta. ¿Por qué? Son muchas las ciudades, Málaga es claro ejemplo de ello, donde el alquiler ha subido en un breve periodo de tiempo a cotas muy elevadas. Esto se debe a dos aspectos esenciales: el aumento de estudiantes universitario y la demanda de vivienda turística. Esto dos factores, sobre todo en Málaga, han hecho que el precio del alquiler se dispare.
De otra parte, el fomento de la compra de vivienda, ya sean de obra nueva o de segunda mano. Este segundo tema tiene un espectro más amplio. Así, se pretende el fomento de la rehabilitación y regeneración y renovación urbana y rural, con especial atención a las personas en situación de desahucio o lanzamiento de su vivienda habitual y a las ayudas a la accesibilidad universal.
¿Cuál es el público al que van dirigidas las ayudas?
En primer lugar, las personas mayores. En este sentido, se quiere facilitar el disfrute de una vivienda digna y adecuada a las personas mayores, en régimen de alquiler o de cesión en uso con renta o precio limitado; mediante el fomento de conjuntos residenciales con instalaciones y servicios comunes adaptados.
Los jóvenes menores de 35 años. Este es el otro foco de población que se verá afectada por la ayuda. Aquí, se pretende contribuir a mantener la reactivación del sector inmobiliario, fundamentalmente desde el fomento del alquiler y el apoyo a la rehabilitación de viviendas; edificios y a la regeneración y renovación urbana o rural.
Este último aspecto es uno de los más remarcados dentro del nuevo Plan. De hecho, uno de los objetivos es evitar la
despoblación de municipios de pequeño tamaño; entendiendo por tales aquellos de menos de 5.000 habitantes.
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