Paseos Marítimos en Málaga. Nuestra ciudad disfruta del mar, lo que la hace una privilegiada dentro de las capitales de provincia, que son pocas las que la tienen. Y al final, ese encuentro de la ciudad con el mar es a lo que llamamos ‘Paseo Marítimo’, que por una vez pienso que el nombre es el apropiado de las cosas.
Causaron furor a principio de siglo, sobre todo en el norte, donde pasear era permitido por la ausencia de gran calor, y en los años setenta fueron el esplendor del turismo nórdico, en este caso en el sur.
Su diseño fue simple, grandes aceras entre la playa y los edificios, porque desgraciadamente para la ciudad se plantaron los edificios más altos en primera línea de playa, afortunadamente para los promotores.
Y estas grandes aceras siguen siendo eso, un espacio vacío donde no pasa nada.
Y es triste cuando en cincuenta años hemos evolucionado de forma exponencial, estos espacios ciudadanos sigan siendo los mismos. Antes el sol no nos impedía sentarnos en un banco, hoy la mayoría de la ciudadanía lo tiene prohibido teniendo que buscar espacios de sombra. Antes caminábamos mirando el mar y de forma esporádica, que se trabajaban incluso los sábados por la mañana, ahora disponemos de mucho más tiempo libra para el ocio. Y así un sin número de circunstancias de hábitos sociales que han cambiado, sin enumerar el resto porque sería interminable.
Cómo estamos en este momento
Los nuestros, los Paseos Marítimos, en algún sitio todavía brillan por su ausencia (La araña) o siguen siendo de dimensiones liliputienses como el del Palo y Pedregalejo.
Hacemos una pausa como la continuidad de los Paseos Marítimos en la ciudad.
Seguimos con la ‘Nacional 340’, que así sigue denominado el tramo que va desde los ‘Baños del Carmen’ hasta ‘Antonio Martín’, lineal, con acoples y parches urbanos de acuerdo a los ensanchamientos, pero exactamente igual que hace 50 años. Su continuidad en pequeñito la tiene el ‘Ciudad de Melilla’.
Y el gran corte, que divide ‘el Este del Oeste’ nos lo da Muelle Uno y Dos, con otro carisma, con otro carácter, con otra dimensión.
Volvemos a realizar un parón cuando salimos del puerto y cruzamos el río Guadalmedina.
Y nos encontramos con el ‘Antonio Machado’ y el ‘Antonio Banderas’ hasta llegar a ‘Sacaba Beach’, tal y como dice el nombre de este complejo de viviendas ‘Se acaba la playa’. Y estos dos nuevos paseos han seguido la misma dinámica que los anteriores, constituyendo una brecha, una línea de separación entre la ciudad y el mar. Sin aportar nada a la nueva forma de usar el espacio que tenemos.
Y es una pena que crecemos como sociedad, que evolucionamos en muchas aspectos urbanos y arquitectónicos, y en este caso, en los Paseos Marítimos de Málaga, nos hemos quedado estancados en el tiempo. Solo se pide adaptarlos a cómo los usamos, si se puede, y sin comparar ni poner ejemplo de otros sitios, que con el mismo presupuesto y en la misma época, han hecho proyectos innovadores.
Y al final, siempre nos quedará mirar al mar.
Paseos Marítimos en Málaga
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