Para potenciar el disfrute de las mejores vistas desde el interior, se recurre al empleo de huecos en esquina para dirigir la mirada, enmarcando dichas visuales desde el interior y disolviendo la arista construida del edificio. Así mismo, la piscina diseñada es de tipo infinity, para remarcar esa direccionalidad visual y difuminar el borde con el paisaje.
En su coloración se han elegido unos pórticos blancos, en contraste con los diferentes tonos cálidos y texturas que diferencian los volúmenes.
La vegetación, a su vez, está concebida de modo que los árboles de mayor porte no obstaculicen las vistas.