He tenido la suerte de disfrutar de unos días en Londres. Una gran ciudad. Cosmopolita, avanzada, moderna y a la vez con siglos de historia. Una urbe en cuyo centro financiero emerge el edificio 30 St Mary Axe. Que popularmente se conoce como “el pepinillo de Londres”.
Sin embargo, más allá de este toque cómico, cada aspecto del edificio, incluida su forma, sirven a un propósito concreto: la ecología. De hecho, este espectacular rascacielos de 180 metros de altura y 40 plantas, es el primer edificio ecológico de Londres.
En primer lugar, la razón de su forma. Debido a la estructura del edificio, el área que se ve beneficiada por el uso de luz natural es mayor que si se hubiera desarrollado de una forma más tradicional. De igual modo, el diseño mejorar la circulación del aire, aprovechando de este modo la ventilación natural en los espacios interiores. Tal y como apunta la plataforma WikiArquitectura.
El edificio y el ahorro energético
Junto a esto, cada una de las plantas implementa una serie de intersticios con 6 conducciones hace de sistema de ventilación natural, funcionando como un doble cristal. Así, su utilidad se ve manifestada en el enfriamiento en verano, extrayendo el aire caliente del edificio, y para la calefacción en invierno.
Un dato muy interesante a tener en cuenta es, que el control sistemático del microclima interno y las soluciones para el ahorro energético han llevado a una reducción del 50% en el consumo de energía, en cualquier caso, necesaria para un edificio de este tamaño.
Por lo tanto, tal y como se establecía anteriormente, un edificio práctico y eficiente. Y es que, a lo largo de sus 180 metro de altura se crean 76.400 m2 de superficie útil.
Por nuestra parte, desde el Estudio de Arquitectura de Manuel Navarro, seguimos diseñando y construyendo proyectos innovadores. Recuerda, nos encontramos en Calle Victoria, 7, 2 i, 29012 Málaga. Te esperamos
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