Asertividad y Mediación
La psicología y la mediación siempre se dan la mano. Tal es el caso de la asertividad, una forma comunicativa muy empleada y beneficiosa en ambas disciplinas. Al referir una sinceridad respetuosa, se habla de asertividad, se dicen verdades, sin ofensas. Es una herramienta muy valiosa para lograr la comprensión durante el diálogo y la mediación.
La asertividad evita que se caiga en extremos erróneos en la comunicación, como factores pasivos que inhiben la sinceridad y agresivos que interrumpen el diálogo. Es decir, que la asertividad aporta la habilidad para expresarse eficazmente y opinar sin agredir, ni ofender al oyente o interlocutores.
Cuando se logra la asertividad en la comunicación, se cuenta con la habilidad para expresar las opiniones, pero con el respeto debido para las opiniones diferentes o contrarias. Una persona asertiva logra mejores interrelaciones y tiene cualidades para mediar y lograr soluciones de manera cómoda.
La asertividad puede alcanzarse con la práctica del diálogo, mediante técnicas que sirven para resolver conflictos con la mediación. Al abordar escenarios complicados, es importante practicar la asertividad para no recriminar, ni caer en catalogar las actitudes y opiniones de otros.
Es más sano para la mediación, elegir términos adecuados, en tonos de calma y evitar las provocaciones con tonos impositivos, intimidatorios o enfados. Además, es necesario expresar opiniones sin miedo, pero con las palabras más indicadas.
Una técnica para lograr la asertividad al mediar, es conocida como banco de niebla, ideal ante las críticas o intentos de manipulación, consiste en escuchar como si el interlocutor tiene la razón y dejar la opinión personal decisiva y razonada, como conclusión a su comentario o punto de vista.
El acuerdo asertivo, es adecuado para los llamados de atención, permite aceptar que se obró mal, ante determinada situación, pero evita las ofensas, como una imagen injusta. No se es mal empleado, por un error. La técnica de ignorar evita discutir con personas alteradas para no caer en pugnas y dialogar cuando pase el enfado, para defender las opiniones en el mejor momento.
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