Desde Manuel Navarro. Arquitecto hemos ido analizando diversos tipos de arquitectura a lo largo del año 2017. Conocer el pasado se vuelve una tarea esencial a la hora de entender el presente. Así hemos ido conociendo pinceladas de algunas de las grandes culturas del pasado como la griega o la egipcia. Hoy, nos centramos en uno de los imperios más longevos de la historia: el Imperio romano.

Tiempo atrás tocamos uno de los aspectos que más ha llamado la atención de los constructores romanos: el hormigón. Como ya apuntamos, un estudio publicado por el Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley (Berkeley Lab), el hormigón romano era algo más que “una de cal y otra de arena”. En concreto, en los antiguos diques marinos usaban un tipo de mezcla elaborada con cal y cenizas volcánicas. Este se incorporaba a las rocas. Ahora, los científicos han descubierto que hay elementos en el material volcánico que, al entrar en contacto con el agua salada, fortalecen la construcción.

Arquitectura en Roma y el hormigón

En concreto, según apuntan los resultados, el componente en cuestión es un mineral raro llamado aluminio tobermoritas. Cuando el hormigón romano generaba calor al ser expuesto al agua de mar, el mineral cristalizaba en la cal. Como resultado de esta exposición, los cristales se hacen más grandes, taponando grietas y endureciendo la obra.

Gracias a este hormigón, los romanos fueron capaces de construir algunas de las obras de ingeniería y de la arquitectura más impresionantes de la historia de la humanidad. Hoy analizamos algunas muestras generales. Aquí encontramos dos construcciones de especial interés: El acueducto y el puente.

El primero es un sistema o conjunto de sistemas de irrigación, que permite transportar agua en forma de flujo continuo desde un lugar en el que está accesible en la naturaleza hasta un punto de consumo distante, generalmente una ciudad o poblado. Algunos de los más famosos acueductos del mundo se encuentran en España. Es el caso del acueducto de Segovia.

En lo que respecta a los puentes, si bien son estructuras que se han empleado desde la prehistoria, los romanos fueron la primera civilización en emplear los arcos como elemento esencial de su diseño. Gracias a estos, en la actualidad, muchos de los puentes de la época romana siguen en pie.

Por nuestra parte, desde el Estudio de Arquitectura de Manuel Navarro, seguimos diseñando y construyendo proyectos innovadores. Recuerda, nos encontramos en Calle Victoria, 7, 2 i, 29012 Málaga. Te esperamos

 

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