Ciudades Africanas en crecimiento. Siempre que pensamos en él, tenemos una imagen en nuestro ideario colectivo de lo que su imagen ancestral nos ha trasladado a occidente, naturaleza, animales salvajes, tradición tribal… y pobreza.
Pero ese panorama parece estar cambiando. África está experimentando una tasa de crecimiento anual cuyos porcentajes en el pasado recuento por el FMI han pasado de un 3% en 2018 a un 3,5% en 2019, y a un 3,7 en 2020.
Este indicativo se traduce en una serie de factores en relación a su capacidad de importar y exportar productos y bienes al extranjero. Sin embargo, ha sido su Boom demográfico lo que le está provocando un cambio masivo en cómo abordan la economía.
La urbanización en África está transformando la propia estructura del continente. Ante esta situación, inversionistas extranjeros ven oportunidades para considerar a África como una fuente a tener en cuenta. Asimismo, la necesidad de gestión de las nuevas urbes ha de impulsar nuevas formas de sostener a su población.
En Lagos, Nigeria, tenemos un buen ejemplo. La capital de Nigeria es la más próspera económicamente hablando para los estándares del país. Aunque es sólo una visión en base a lo que los tiempos dictan, y los tiempos cambian…
En vistas de futuro, hay una palabra en boca de todos los analistas: Megaciudades.
Se consideran megaciudades a aquellos puntos cuya demografía supera los diez millones de habitantes, y hay cinco en África que cumplen estas condiciones, que son El Cairo, Johannesburgo, Kinshasha y Casablanca.
Hay una conclusión evidente, las megaciudades del futuro serán africanas.
Las estimaciones para 2040 es que el flujo migratorio alcance desplazamientos de casi 40.000 personas por día, por ello, hay planes de reforma de los núcleos y servicios urbanos para reconvertir las ciudades africanas en ciudades sostenibles para su población.
Pero surge el problema de gestionar un crecimiento sostenible al mismo tiempo que haga crecer la economía del país. Que ya de por sí, difiere mucho con el resto de Europa y el mundo. Más aún; África no ha de perder su medio ambiente, así que no puede aplicar por completo una transformación sin pensar en las consecuencias a medio o largo plazo.
Afortunadamente, reinventar el futuro aprendiendo del pasado puede ser la clave del crecimiento. A diferencia de pasadas generaciones. La juventud Africana ha nacido en un mundo con mayor conexión. Niveles de educación y capacidad de emprendimiento en sus clases medias de la población.
Por ello, ante este crecimiento y posibilidades de cambio. Se están desarrollando planes urbanísticos cuya política pública incorpore tecnología accesible para todos sus habitantes. Entre estas ciudades cuya expansión está actualmente en proceso se encuentran la mencionada Lagos (Nigeria), Kigali (Ruanda), Accra (Ghana) y Nairobi.
Esta planificación de ciudades inteligentes supone el verdadero crecimiento de África. Ya que han propiciado un salto al mundo digitalizado de una manera fluida y natural.Sistemas de reciclaje de residuos. Consumo energético equilibrado y una implementación igualitaria de las TIC de manera interactiva con su población, son sólo varios de los puntos en los que las ciudades en crecimiento se beneficiarían.
Inversionistas extranjeros atraídos por sus posibilidades, han aumentado un 40% los recursos para estos centros tecnológicos. Que generan empleo, riqueza y cambio al continente africano para las futuras generaciones.
A pesar de la desigualdad aún existente, con una responsabilidad común para acabar con ella. El futuro en el horizonte parece brillante para la nación africana gracias al crecimiento de sus ciudades del futuro.
Ciudades Africanas en crecimiento. Más información aquí.
Manuel Navarro. Arquitecto en Málaga. Arquitecto en Marbella.
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