La arquitectura y el urbanismo se adaptan con la evolución de los años. Lo que en un siglo puede entenderse como la forma correcta de hacer las cosas, en otro puede ser un fracaso absoluto. Por eso, la adaptación a los nuevos tiempos es un hecho de vital importancia. Sobre este asunto reflexionábamos hace algunas semanas cuando hablábamos de arquitectura para la educación.
Aquí, el espacio se debía ajustar a la nueva forma de enseñar. En este sentido, las paredes desaparecían para crear espacios abiertos donde la práctica fuera la protagonista. Hoy tratamos otra cuestión de cambios y adaptación a los nuevos tiempos. Sin embargo, en esta ocasión por otros motivos: el terrorismo.
Arquitectura y seguridad
Recientemente, el diario El País publicaba una noticia sobre esta materia “El urbanismo en la era posterrorista”. Una era que, por desgracia, nos hace olvidar los preceptos básicos del diseño y la creatividad en aras de la seguridad. Como consecuencia, la arquitectura se somete a la seguridad con el fin de obtener mejores resultados. Y es que es difícil saber qué hacer. Algunos personajes de prestigio, como el sociólogo Richard Sennett, señalan que “No puedes ponerte a salvo deformando la ciudad”.
Pero lo cierto es que debemos de crear una nueva arquitectura urbana donde la seguridad sea un pilar más. Algo que no determine en sí mismo el diseño, pero que simultáneamente ofrezca a los ciudadanos un espacio donde socializarse sin miedo.
Al final esa es la clave: poder vivir sin miedo. Es por ello que la arquitectura no puede enfocarse, de forma absoluta, a la seguridad. Ha de fusionarse con ella y asumir el reto de crear entornos tan seguros como agradables a la vista.
Por nuestra parte, desde el Estudio de Arquitectura de Manuel Navarro, seguimos diseñando y construyendo proyectos innovadores. Recuerda, nos encontramos en Calle Victoria, 7, 2 i, 29012 Málaga. Te esperamos
[mc4wp_form id=»2357″]