Un reto coordinar el espacio público lúdico para una capacidad de 1.200 personas, esa era la base del Concurso al que nos presentamos, en el que obtuvimos mención con el quinto puesto, con la colaboración del estudiante de arquitectura Antonio Morilla.

El proyecto del complejo de piscinas se forma a partir de un edificio principal dividido en dos por un vestíbulo de mayor altura libre. En esta división se crea un sistema de accesos y vestíbulos junto al puesto de socorrismo y botiquín situado en el lado este de la parcela. En el lateral norte se encuentra el ala de administración, con dos despachos, almacenes y sala de máquinas. En este último se encuentra también el restaurante, el cual dispone de dos entradas independientes según si las instalaciones de piscina están o no abiertas.

El espacio abierto está formado por un gran vaso de piscina dividido en su interior creando así una zona de natación y una zona lúdica, con toboganes, acceso a minusválidos y zona para actividades de deporte acuático. El recinto abierto también es ocupado por un área verde con sombra, dividida en diferentes tonos de césped para mantener la distancia de seguridad entre bañistas.

El proyecto se ha diseñado como un espacio orgánico, representado en la cubierta y forma del mismo, con sólidos curvos rompiendo toda esquina y división visual.