El desgaste de los edificios en invierno
Hay muchos factores que hacen que los edificios sufran desgaste, algunos de ellos varían dependiendo del clima. El invierno tiene algunas características propias que pueden hacer que el edificio se desgaste de una forma que no lo haría en otros momentos del año.
En el invierno en muchos lugares de España temperaturas son muy bajas. La nieve y las heladas que tienen un impacto severo que genera desafíos que no se tienen en otras épocas del año, entre ellos:
Condensación
A medida que la temperatura exterior baja y el sistema de calefacción del edificio funciona de manera constante, la envolvente térmica del edificio genera cambios en el movimiento del aire y el vapor, El aire interior húmedo y cálido va hacia el exterior más seco y frío, al entrar en contacto con superficies como cristales sin aislamiento, marcos de ventanas y puertas, entre otros produce condensación.
La condensación tiende a provocar daños en acabados interiores y genera el crecimiento de hongos y otros organismos que afectan la edificación.
Acumulación de nieve
El sistema estructural de los edificios se diseña para soportar cargas asociadas a la estructura y cargas de servicio como vientos y nieve. Sin embargo, muchas veces la acumulación de nieve puede causar deterioro en el sistema estructural del techo por el exceso de carga. Los signos observables pueden ser grietas o desplazamiento en las estructuras.
Congelación – descongelación
El proceso de congelación y descongelación cíclica genera deterioro en materiales de construcción expuestos a las condiciones climáticas invernales. El agua absorbida por estos materiales al congelarse, debido a las bajas temperaturas, se expande. Luego al subir la temperatura se descongela y se moviliza, lo que tiende a producir daños que afectan la resistencia del material, la estabilidad estructural y la estética del edificio.
Corrosión
La sal utilizada para descongelar aceras y carreteras como medio para reducir la acumulación de nieve, afecta a los elementos metálicos de los edificios, especialmente si no cuentan con un tratamiento anticorrosivo adecuado.
El agua salada genera una corrosión acelerada y agresiva. La sal usada para el deshielo puede ser llevada por agua y el aire a áreas que no están adyacentes al lugar de aplicación.
Por nuestra parte, desde el Estudio de Arquitectura de Manuel Navarro, seguimos diseñando y construyendo proyectos innovadores. Recuerda, nos encontramos en Calle Victoria, 7, 2 i, 29012 Málaga. Arquitecto en Málaga