Mediación deportiva
El ámbito deportivo puede tener carácter lúdico, de salud o profesional, pero consta de su propia idiosincrasia. Por ello, en caso de conflicto, es muy beneficioso contactar con un mediador que cuente con los conocimientos y herramientas necesarios para resolverlo.
La mediación deportiva es un proceso a través del cual las partes involucradas en un conflicto buscan encontrar una solución amistosa con la ayuda de un tercero, el cual se conoce como mediador. Se diferencia del arbitraje, ya que su carácter no es formalista, las partes tienen control sobre el procedimiento y que el cumplimiento de los acuerdos alcanzados es de carácter voluntario.
La mediación puede ser establecida de forma voluntaria entre las partes una vez que surge una controversia o puede estar establecida como cláusula en un contrato. Las partes, con la ayuda del mediador, pueden acordar las reglas por las que se regirá el procedimiento de mediación, o pueden delegar esta función en el mediador.
Es un método, que al igual que el arbitraje deportivo, puede emplearse para alcanzar la conciliación sobre cuestiones que generan conflicto entre partes, relacionadas con contratos de patrocinio, relaciones entre clubes y deportistas, entre otros.
No obstante la mediación deportiva no puede emplearse en casos disciplinarios, de dopaje o en conflictos ocasionados por decisiones adoptadas por la directiva de una organización deportiva, como por ejemplo una federación nacional o internacional.
El mediador debe ser seleccionado por las partes en conflicto y su función es la de facilitar la comunicación para que las partes puedan alcanzar un acuerdo amistoso que sea beneficioso para todos, el mediador no está facultado para imponer una solución, ya que el proceso de mediación deportiva busca que las partes puedan alcanzar un acuerdo consensuado.
Por tanto, este procedimiento se desarrolla en forma voluntaria; es decir, las partes pueden acudir a él o abandonarlo en el momento que lo deseen. El mediador es el encargado de buscar que el proceso se desarrolle de la mejor manera, cuidando siempre de ser neutral e imparcial y guardar la confidencialidad, ya que no debe favorecer a ninguna de las partes.
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